A mi me pilló en el instituto, se fue la luz en el recreo, pero nadie nos dijo nada más que que se había ido la luz. Ya me enteré en el autobús, en el que tenían puesta la radio.
El resto del día consistió en ir de casa de una abuela a casa de la otra para comprobar si necesitaban ayuda.
La luz llegó como si nada.
Que suerte estar en Cantabria, aquí si pasa algo todo sigue como si nada y montamos una comunidad "autoabasteciente".