Aquí hay Dragones...

[Noche de Rock]

Muchas veces hemos hablado de lo abiertos que somos todos y de cuantas veces escuchamos otras músicas que no son Rock y Metal... pero... Dónde están vuestras fronteras? A qué músicas no te sueles acercar ni con un palo? Dónde está la última ciudad habitada en vuestro universo musical?

A mi me suele parar los pies el flamenquito, me gusta por ejemplo el rollo rumba de A Duras Penas, o incluso de Estopa, pero más allá hay un abismo que empieza con el arrebato y termina en abismos insondables. Pongo todo de mi parte por entender el Reggetón, pero cuando me pilla en fiestas una barraca con mil tipos que parecen salidos del dentista diciendo rimas muy básicas pero muy cerdas me acabo poniendo de mala uva. Con el tiempo le he pillado el rollo al trance electrónico, pero ahí también hay terrenos en los que nunca estoy a gusto. No soporto a los cantautores moñas, y me puede bastante el rollo "soul" comercial con mil imitadoras de la anterior, aunque canten guay.

En fin, cuáles son vuestras némesis? Qué músicas intentáis evitar?

[Absento]

Jo, pues a mí lo que me pasa es que he aprendido a aceptar que no tiene por qué gustarme todo, ni siquiera tiene que gustarme de todo. Eso de casi forzarse a escuchar/ver/leer/probar cosas por si a lo mejor me estoy perdiendo algo me parece una apertura de miras mal entendida. Si me topo con algo nuevo y da la casualidad de que me gusta, guay, no me voy a cerrar a ello porque se salga de mi zona de confort (cómo odio ese concepto ). Pero hay demasiadas cosas que aún no he probado y que por experiencia y por afinidad sé que me van a causar placer, como para andar buscando a lo loco en caladeros en los que no se me ha perdido nada.

Vamos, que no me voy a poner a indagar en la discografía de Bad Bunny a ver si tengo una epifanía.

[Noche de Rock]

Yo la verdad es que suelo hacer el esfuerzo cuando alguien con un criterio que respeto me dice que me estoy perdiendo algo.

Por ejemplo. Siguen sin gustarme demasiado, pero escuché mil veces Sonic Youth (Y llegué a entenderlo) porque Héctor era fan.

Tengo pendiente un día escuchar dos canciones o tres de Bad Bunny, que a priori me parece una mierda, pero un día Boring habló a su favor y me dejó con intriga. Estoy convencido de que no me va a gustar, pero a lo mejor entiendo algo que no he visto hasta ahora.

A mi es que curiosear me divierte mucho.

De todas maneras el tema va precisamente de lo contrario. De lo que ya sabes que aborreces e intentas evitar a toda costa.

[David Boring]

Por alusiones, aquí comparezco.

Me considero una persona curiosa en bastantes cosas en la vida, así que se me hace raro saber que existen cosas que a alguien le interesan y no intentar ver de qué va. De hecho, soy bastante fan del célebre aforismo que dice "si la mayor parte de música que consumes la firman varones blancos heterosexuales y suena a cosas de raíz anglosajona, igual no es correcto decir yo escucho de todo". Por otro lado, como comenta Absento, he tirado la toalla en lo de intentar llegar a todo o al menos entender toda la música lo que se hace en el mundo.

Soy consciente de que he entrado a bastantes cosas que se salen de la norma que he mencionado más arriba por haber llegado a entenderla en su contexto. Vamos, que he vencido el rechazo que inicialmente me provocaba por haber conseguido salirme de los márgenes de la música que ya conozco, bien porque alguna persona me ha ayudado a entenderla tal y como es, o bien por haberla vivido dentro de su comunidad de oyentes. Por eso mismo veo relativamente normal, por ejemplo, que rechace el techno alguien que venga del mundo del rock, nunca haya estado en una rave ni en un club en condiciones o que simplemente no le provoque rechazo bailar; al fin y al cabo, para una parte importante de la humanidad un garito rockero es un sitio al que nunca ir de fiesta sencillamente porque ahí está mal visto bailar.

No sé, si tengo que inventarme una regla de cosas que me deben gustar vs. cosas que no, supongo que vendrá marcada por el contexto en el que se desarrolla o se consume esa música. Yo qué sé, la mejor definición que escuché de Blanca Paloma en la noche del Benidorm Fest es que "encarna a la perfección los valores de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado", y creo que en esa frase está resumido todo el horror que provocó en mí. Tampoco puedo con la música que parece un ejercicio de examen del conservatorio, porque entiendo que no está concebida para el goce de ningún público real con el que pueda identificarme de alguna manera, sino para contentar a examinadores imaginarios y profesores frustrados.

Y luego ya va la música que no tiene más objeto que calcar otra cosa que ya he escuchado y/o aborrecido anteriormente, que no la aguanto mucho porque me aburre supinamente.