La peli-acontecimiento de las últimas semanas me ha sorprendido porque ni de coña me ha parecido una peli para públicos amplios, pero aún así está siendo un relativo bombazo de taquilla. Me ha gustado bastante, aunque creo que el que no se ponga con ella dispuesto a que le vuelen la cabeza la va a odiar a los 10 minutos de empezar.Un hombre (Sergi López) y su hijo (Bruno Núñez) llegan a una rave perdida en Marruecos. Buscan a Mar, su hija y hermana, desaparecida hace meses en una de esas fiestas sin amanecer. Reparten su foto una y otra vez rodeados de música electrónica y un tipo de libertad que desconocen. Conocen a un grupo de raveros y deciden seguirlos a una última fiesta que se celebrará en el desierto, donde esperan encontrar a la joven desaparecida.
Como curiosidad, desde el principio me estaba pareciendo que la estética desértica y el rollo apocalíptico de la peli le pegaría bastante el rollo stoner o el drone-doom. Y el caso es que, aunque la mayoría de lo que suena en la peli ronda el technazo, en momentos concretos se escuchan estos dos temas.