La estudiante de filosofía Kathleen Conklin (Lily Taylor) es mordida por una mujer vampiro (Annabella Sciorra), lo que provoca cambios decisivos en su persona, convirtiéndose en una yonkie ávida de sangre para calmar la insaciable sed que la atenaza. Incapaz de rebelarse ante su nueva condición vital que la domina por completo, la desconcertada joven buscará comprender el auténtico alcance del fenómeno, al mismo tiempo que intervendrá en brutales masacres vampíricas de inadvertidos amigos y conocidos...
Bastante guapa en casi todo. Bueno, en 1995 el directo Abel Ferrara se encontraba en su mejor racha (esta se rodó entre Teniente Corrupto y El Funeral), así que no es de extrañar que esta sea brillante de principio a fin. Me llama la atención que, sin ser Ferrara un director especializado en terror, con esta se adelantara unos 10-15 años a la corriente de miedo para listucos (¡esta se estrenó más de diez años antes que Déjame entrar!) al meter ahí mil planteamientos interesantísimos, como los paralelismos entre vampiros y heroinómanos, o las reflexiones filosóficas sobre la condición vampírica elevadas al ámbito académico.
Se me escapó cuando se estrenó en cines allá por mitad de los noventa, y después nunca había encontrado forma decente de verla (nah, paso bastante de descargas directas). Bueno, pues me la he encontrado de casualidad el otro día en Amazon Prime, y me ha llamado la atención que con toda la chapa de listas de recomendaciones de pelis de miedo en cada plataforma para Halloween que he visto en las últimas semanas nadie ha dicho nada sobre esta. Joder, con tanta chatarra que he visto destacadísima, me parece una falta de decencia tremenda que no se esté comentando esta.