Por cosas de la vida la vi unas semanas antes de que se estrenara en España y me pareció una cosa divertidísima, y además me pareció material inmejorable para poder enterrar por fin el culto a Trainspotting, que me parece que lleva ya unos cuantos lustros fuera de fecha.En Irlanda hay 80.000 hablantes de irlandés, 6.000 viven en el norte y tres de ellos lo van a poner todo patas arriba cuando formen un trío de rap llamado Kneecap. Anárquicos, salvajes y dispuestos a todo para salvar su lengua materna.
Luego llegó el estreno, vi la versión doblada y me pareció un crimen hacer eso a una película. Más tarde descubrí que el grupo era real y me quedé descolocadísimo dándole vueltas al sentido de todo lo que había alrededor del fenómeno, qué parte era una pantomima y qué parte debería tomarme en serio (y también tratando de imaginar cómo hubiera salido una peli con La Élite o con Chill Mafia como protagonistas).
Y nada, la semana pasada ya salió Sharon Osbourne pidiendo que les retiren el permiso para entrar a USA y empiezan a cancelarles conciertos en UK y Alemania al mismo tiempo que Fontaines D.C. les fichan de teloneros para el concierto gordo que van a montar en Belfast.
No sé, creo que me encantaría tener de nuevo 18 años para vivir toda esta movida, pues eso, igual que viví el estreno de Trainspotting.