
Un grupo de jóvenes se lleva un medallón de una torre de vigilancia contra incendios derrumbada en el bosque. Lo que desconocen es que esta sepulta el cadáver podrido de Johnny, un espíritu vengativo impulsado por un horrible crimen ocurrido hace 60 años. Y una vez se llevan el medallón, su cuerpo resucita con el único propósito de recuperarlo. El no-muerto acecha al grupo de adolescentes de vacaciones responsables del robo y en su misión de recuperar el medallón procede a masacrarlos uno tras otro, junto con cualquiera que se interponga en su camino.
Supuestamente uno de los bombazos en cuanto terror del año, de ese nada.
El planteamiento muy original, seguir a un asesino en serie a tiempo real pese a ser atractivo, se hace tedioso, aburrido y a momentos somnoliento, las muertes quitando una (que si que es muy original) son mas de lo mismo y encima notandose que son muñecos y lo de los ultimos 15 minutos no tiene puto sentido alguno (bueno si, relleno).
Decepcionante pese a tener un par de detalles muy majos.